24 septiembre 2007

15. ¡Oh, la, la!



1.
En el cine francés de los orígenes bastaban unos obreros saliendo de una fábrica para realizar una película; o un cohete llegando hasta el ojo de la luna. Más tarde la cosa se fue complicando y el cine galo probó a llevar a la pantalla sus grandes clásicos de la literatura. Se llenó entonces el celuloide de pelucas, corpiños, espadachines y jardines con un lago al fondo. Pero llegó la revolución del sonido con forma de guillotina y el viejo cine dio paso a uno nuevo, mucho más depurado: a Renoir le bastaba un día de campo para realizar un filme; Tati se conformaba con fumar en pipa y pasear por la playa con un perro salchicha a su lado y Bresson prefería desprenderse de todo, incluso de los actores, en su búsqueda de un cine puro.
En este cuaderno ya he escrito en alguna ocasión que alguien dijo una vez que Godard había dicho que para hacer una película bastaban una actriz y una pistola.
Pero lo que yo me estoy preguntando con todo este repaso en diez segundos de la historia del cine francés es cuándo se estableció que para hacer una película francesa era necesario que uno de los personajes bebiera una copa de vino mientras en el exterior atardecía y en la cadena musical sonaba una canción triste cantada por una mujer francesa de voz triste.

2.
Sergi López es un actor que siempre se parece a alguien. O al contrario: todos conocemos a un amigo de un amigo que se parece un poco a Sergi López. A mí me pasa con este actor que cuando le veo hablando en francés creo que en cualquier momento se va a pasar al catalán. Y al contrario, que cuando interpreta a uno de esos personajes que viven en Barcelona, va a terminar pidiendo el Liberation en uno de los puestos de prensa de las ramblas. También se me ocurre pensar que de no ser actor hubiera podido ser jugador de rugby, boxeador o forestal en los parques de Montserrat.
Por eso cuando le veo al lado de una ventana, tomando una copa de vino, con cara de preocupado y escuchando canciones en francés, siempre pienso que el tipo está pensando en otra cosa.
- ¿En qué?
- Pues no tengo ni idea, pero en otra cosa. En el Tibidabo, en La Moreneta, en unos calçots que se comió una vez en Girona o en salir pitando del plató para llegar al Ampurdán y preparar una cena para toda su familia.

3.
El título de todo esto es La maison (2007) y el director es un señor francés llamado Manuel Poirier. Como después de ver la película sigo sin tener muy claro qué nos ha querido contar el director, he empezado preguntándome por esas películas francesas en las que el protagonista bebe vino y escucha canciones que a veces son metáforas de su vida.
Siempre hay una canción en el repertorio lírico galo que resume a la perfección lo que está pasando en la película. En este caso, podría sonar algo así como:

Sergi, Sergi
No sé qué pasa
No sé si esto una comedia, un invento
O una simple película francesa
Con un tipo tomando vino en la ventana
En la ventana
Oh Sergi, Sergi
Moi non plus.

4.
Me hubiera gustado encontrarme con una película titulada La Casa en la que todo sucediera en exteriores. O con una película titulada El Campo en la que todo sucediera en el interior de una habitación de París. La Maison en cambio sucede entre la ciudad y el campo, entre las ventanas con vino de la capital y una casita de campaña con dos chimeneas. Y es ese intermedio, esa tierra de nadie, esa nada de nada la que invade toda la película.

5.
Sergi López está separado de su mujer y conoce a dos hermanas que están a punto de subastar la propiedad en la que pasaron sus años de infancia. A partir de ahí no se me ocurre qué más escribir. Busco en mi cuaderno de notas y sólo encuentro un apunte sobre un diálogo en un restaurante.
- Salmón unilateral.
- ¿Qué es eso?
- Ni idea. Suena a guerra o algo así.
- Perdone, ¿nos puede decir qué es eso de salmón unilateral?
- Sí, es un salmón que sólo está cocinado por uno de sus lados. El otro queda crudo, es delicioso.
Y van Sergi López y la chica y se piden dos salmones unilaterales.

7.
Oh Sergi,
Oh Manuel Poirier
No he entendido nada
Tampoco me he aburrido
Pero prefiero volver a casa
Y tomarme una couldina
Mientras en el exterior sigue lloviendo un poco.

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