23 septiembre 2007

13. Cine sordo



1.
“Estuve a punto de gritarle: “¿No las oye?”. El crepúsculo las estaba repitiendo en un persistente susurro a nuestro alrededor, en un susurro que parecía hincharse amenazadoramente, como el primer susurro de un viento que se levanta. ¡El horror ¡El horror!”.
El corazón de las tinieblas, Joseph Conrad.

2.
Hay películas sobre la guerra buscan captar ese primer susurro. Y para hacerlo optan por el silencio, por los laberintos, por las contradicciones, por la reflexión lenta y compleja, por ser casi invisibles y buscar imágenes que no existen hasta el momento en el que son rodadas por primera vez. Otras películas en cambio toman el otro camino: el de los movimientos rápidos, el del sonido alto, el de la copia de las batallas emitidas en directo por la televisión y las pantallas de cine explotando por todos lados.
Es lo que sucede con Battle for Haditha (2007, Nick Broomfield), una película sobre la guerra de Irak que con todas sus explosiones, balas, estallidos y gritos resulta estar muy lejos de la propia guerra.
Su problema grave es que no deja escuchar.

3.
¿Cuántas películas sobre la guerra de Vietnam tuvieron que realizarse para que surgieran las primeras películas interesantes sobre la guerra de Vietnam? ¿Cuántas películas sobre la guerra de Vietnam sobrevivieron a todas las películas que se hicieron sobre la guerra de Vietnam?
Me acuerdo ahora de The deer hunter (1978) de Michael Cimino, Apocalypse Now (1979) de Francis Ford Coppola, Full Metal Jacket (1987) de Stanley Kubrick. Son las que recuerdo ahora mismo.
- ¿Y qué sucedió con todas las demás?
- “Que se perdieron en el tiempo como lágrimas en la lluvia”.

4.
El director Nick Broomfield inistió en la rueda de prensa en la importancia del tono documental de la película, en el trabajo con marines reales interpretando a los marines de la pantalla, en el estilo urgente de una cámara moviéndose sin parar, en el rodaje en localizaciones cercanas al lugar en el que sucedieron los hechos.
Habló de un cine “cercano a la realidad”.
¿A qué viene entonces el uso de una banda sonora de película de gran estudio? ¿Qué sentido tiene que los actores repitan frases de guión en las que explican todo lo que acabamos de ver en pantalla?
Por ejemplo: un grupo de insurgentes maneja un auto y ocultan bajo una manta algo que tiene toda la pinta de ser una bomba. A lo lejos hay un control de policia.
Bastarían estas imágenes para crear cine. No hace falta decir nada más para establecer un momento de tensión. El director en cambio repite a través de los diálogos todo lo que acabamos de ver; y así nos encontramos con un actor diciendo que bajo la manta hay una bomba, que están muy nerviosos y que el control a lo lejos les puede poner en peligro. Pero el espectador ya sabía todo eso y es entonces cuando comienza a alejarse de la pantalla para reflexionar sobre los muchos metros de celuloide que tuvieron que pasar en la historia del cine hasta que la ciénaga de la guerra, su horror vacío, quedó retratado en una película.

5.
Vuelvo a Conrad para terminar. A su calma, a su quietud extraña, a sus paisajes lentos, a todo lo que puede suceder a continuación de una iamgen en la que aparentemente no está sucediendo nada. Pero todo está ahí, en esa espera.
Primer párrafo de El corazón de las tinieblas:
“La Nellie, una pequeña yola de crucero, se inclinó hacia su ancla, sin el menor aleteo de las velas, y quedó inmóvil. La marea había subido, el viento estaba casi en calma y, puesto que se dirigía río abajo, lo único que la embarcación podía hacer era echar el ancla y esperar a que bajara la marea”.

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